Publicado en 17 de junio de 2017

Oscar Hauyon, encargado de desarrollo institucional del Museo Gabriela Mistral de Vicuña, junto al entonces director Rodrigo Iribarren, y demás funcionarios de la institución hicieron posible un diálogo entre la poesía "tradicional" y la urbana del hip-hop, con resultados impresionantes. Aquí está su historia

- ¿Cómo surgió la idea de musicalizar en son de rap los poemas y prosa de Gabriela Mistral?

- Todo parte por una percepción de que cierto público, especialmente entre los 13 y los 30 años, no apreciaba al museo como una institución elquina, sino más bien como un inmueble turístico, algo pensado para el visitante y no para el habitante local.

Ese público, está más cercano a expresiones como la música urbana, el graffitti y todo eso que llamamos cultura hip-hop. De hecho, esta debe ser una de las escenas hiphoperas más activas de la región.

Ubicarnos bien en ese contexto y situar a Gabriela Mistral como representante de la poesía "tradicional", en diálogo con estos poetas rítmicos de la calle, nos entregó luces de lo que se podría realizar. Teníamos el estudio para grabar, los contenidos mistralianos y un grupo de jóvenes ávidos de expresar su arte, pero con pocas oportunidades de hacerlo.

- ¿Quiénes participaron?

- Participaron jóvenes de 14 a 35 años de las comunas de Vicuña y Paihuano. El grupo comenzó con 25 participantes, entre estudiantes de educación media, superior y trabajadores. Todos con algún grado de acercamiento al hip-hop. Hubo intérpretes reconocidos en el sector y también personas que deseaban desarrollar su expresión artística por primera vez.

- ¿Cuáles fueron los procesos por los que pasaron hasta llegar al disco final?

- Entre agosto y noviembre de 2015, el director del museo Rodrigo Iribarren, desarrolló un taller de conocimiento de la vida, obra y cosmovisión de Gabriela Mistral. Se derribaron varios mitos al respecto y se les acercó a una visión menos difundida de Mistral, que es la de su prosa, donde se expresa de mejor forma su pensamiento frente al género, la ecología, el patrimonio, la política y la educación.

Paralelo a esto, junto a la entonces encargada de la biblioteca Cynthia Suárez, los asistentes buscaban ideas líricas en los libros de nuestro fondo mistraliano; además de ir puliendo sus habilidades como rimadores, en sesiones de free-style.

Desde mediados de octubre y hasta la primera semana de diciembre, grabé las interpretaciones de los diferentes MC's participantes (raperos), en mi taller en casa. Cada uno de ellos buscó la mejor forma de mantener su sonido característico, sin traicionar el material original de la poeta.

En cuanto a los arreglos musicales, hubo quienes decidieron trabajar lo lírico y musical por ellos mismos, hasta otros con quienes hubo que acordar y grabar bases musicales completas, desde la percusión hasta la electrónica. Luego, mezclamos y masterizamos el material.

Finalmente, en diciembre, coincidiendo con el aniversario de la entrega del premio Nobel de Literatura a Gabriela Mistral, se lanzó este disco a través de plataformas virtuales como Sazoot,Portaldisc y Soundcloud. Organizamos también una "Gala Rap Mistral" en la que presentamos en vivo el contenido del disco al público local.

Actualmente estamos pre-produciendo una serie de videoclips sobre estas canciones resultantes.

- ¿Qué objetivo perseguía este proyecto?

- En primer lugar, difundir la obra de Gabriela Mistral en un lenguaje nuevo, inusitado tal vez. Conectar a los jóvenes elquinos con Gabriela, con una visión lo más alejada posible de la "señora de las rondas infantiles". Atraer una audiencia nueva al museo, utilizando códigos más cercanos a ella. Posibilitar un diálogo entre la poesía "tradicional" y la urbana del hip-hop. Y finalmente, crear un puñado de canciones atractivas, en las que se moderniza la forma, pero queda el fondo del pensamiento mistraliano.

Este ejercicio de estilo nos permitió jugar con una descontextualización que al final permite que las palabras y el ideario de Gabriela llegue a otra gente que de otro modo no se acercaría a ella, tal vez por prejuicio o porque el vehículo de la idea no es el más actual.

- Qué significa desde un punto de vista patrimonial este trabajo?

- Todo el marco teórico con el que Rodrigo Iribarren dotó a la experiencia es el mejor acercamiento que se pudo lograr con estos jóvenes. No se habló solo de fechas, datos y citas. Ellos pudieron ampliar sus conocimientos e incluso procesarlo desde un nivel más emotivo, para luego desde ese punto, tomar los versos, ponerles ritmo y su propio ímpetu.

Como auditor habitual de música popular, podría pensar que no hay nada menos mistraliano que el rap y el hip-hop, ya que ella era una mujer que ensalzaba las virtudes de la vida austera y rural, pero este ejercicio de estilo nos permitió jugar con una descontextualización que al final permite que las palabras y el ideario de Gabriela llegue a otra gente que, de otro modo, no se acercaría a ella, tal vez por prejuicio o porque el vehículo de la idea no es el más actual.

Así es como poemas como "La Tierra" o "Campesinos" adquirieron otro color, sin traicionar el sustrato emotivo de esos versos.

- Cuéntanos qué significó para ti este trabajo y cuál es tu evaluación del mismo.

- Es uno de los trabajos más bellos en los que he estado involucrado en estos casi cuatro años que llevo como encargado de desarrollo institucional en el Museo Gabriela Mistral. Implicó involucrarse de manera más profunda con el territorio de Vicuña, con un grupo etario distinto y con un lenguaje lleno de códigos propios. Significó conocer a un grupo muy heterogéneo de jóvenes que por alguna razón algo les hizo "clic" y decidieron ser parte de este disco. Como funcionario de museo, lo proceso en varios niveles.

Me comentaron hace unos días que una exposición en el Museo San Francisco fue inaugurada con música de este disco, por considerarse que era como un aggiornamiento del contenido mistraliano, muy para jóvenes.

Gabriela Mistral

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