Publicado en 28 de abril de 2017

Antes de 2014, la vinculación de la colección biológica entre la comunidad y los funcionarios del Museo de Historia Natural de Valparaíso (MHNV) era totalmente lejana. 

No existía claridad de lo que significa conservar cada una de las piezas de la colección biológica, como tampoco de saber qué había en los depósitos. 

Por lo anterior, el equipo de Departamento de Ciencias e Investigación implementó un cambio del paradigma “al considerar que las colecciones del museo no son solo para exhibirlas, sino que además son un reservorio genético para Chile".

De esta forma se presentó la iniciativa a un fondo concursable de Dibam, el que se adjudicaron.

Ejemplares de fauna silvestre chilena han sido estudiados a través de esta iniciativa.
Ejemplares de fauna silvestre chilena han sido estudiados a través de esta iniciativa.

Se consideró, entonces, una evaluación de los espacios, implementando -por primera vez- un depósito con control de vectores, el cual mantiene la temperatura bajo los -15°C, para ejemplares de fauna silvestre chilena

Esta tarea emprendida por el museo ha significado un importante desafío en el trabajo con sus colecciones biológicas, otorgando un valor agregado a su resguardo, conservación e investigación en el tiempo.

Así como a la gestión de su información para facilitar el uso y acceso a toda la comunidad científica. 

Nuestro país tiene una importante biodiversidad de vertebrados que cuentan con un alto endemismo; sin embargo -desafortunadamente- se trata de los grupos más amenazados. 

Frente a esto, surge el depósito de banco de colecciones y de control de vectores, una iniciativa innovadora en un museo estatal, que permitirá disponer de material en un banco de ADN para que investigadores realicen análisis genéticos de enorme valor científico y que posiblemente serán claves en la conservación de la fauna silvestre.

La implementación de este proyecto despertó el interés de investigadores de universidades afines – regionales y extranjeras- permitiendo su difusión a través de la revista Anales del museo y la realización de charlas científicas acerca del conocimiento del banco de colecciones y reservorio genético que el museo posee.

El proyecto, actualmente en desarrollo, es liderado por Sergio Quiroz, curador y jefe del departamento de Ciencias e Investigación del MHNV, quien plantea que “los museos como depositarios legales deben ser parte de este proceso, en especial por la variada e importante colección que, sin duda, guarda el misterio de las fluctuaciones genéticas que pueda tener una especie con el transcurso de los años. Por ejemplo, el ave llamada Chercan recolectada en el valle central en 1904, ¿permanecerá idéntica en términos genéticos a un Chercan de hoy? Aquí radica la importancia de contar con un reservorio genético estatal”.

Por tanto, la importancia de extraer ADN de las colecciones biológicas que el museo posee, permitirá incrementar el valor de los ejemplares históricos, facilitando la comparación de poblaciones pasadas y actuales, y -por cierto- constituirá un notable incentivo para la investigación de la fauna silvestre.

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