Publicado en 26 de julio de 2017

A partir de la lectura de los temas de esta nueva revista, me parece interesante reflexionar acerca de cómo se conforma el patrimonio cultural, un proceso que se da tanto en el ámbito social como cultural, porque consiste en la atribución de valores, funciones y significados. 

No es algo dado de una vez y para siempre, no; más bien es el producto de un proceso social permanente, complejo y dinámico, de construcción de significados y sentidos. 

Así, todos los objetos y bienes -que como Dibam resguardamos- adquieren su razón de ser en la medida que se abren a nuevos sentidos y se asocian a una cultura presente que los contextualiza, los recrea e interpreta invariablemente.

La edición 69 de la revista Patrimonio de Chile nos presenta contenidos que van en esa dirección: el hallazgo arqueológico del Cementerio El Olivar; la declaración como Zonas Típicas de los barrios Matta Sur y Plaza Chacabuco; los Sitios de Memoria, donde destaco la columna que escribió especialmente para nosotros Irina Bokova, directora general de Unesco; y muchos temas más… 

La relevancia de los bienes y manifestaciones culturales a los que alude esta revista no está en un pasado, sino en poner en relación el presente, las personas y sociedades, con sus huellas y testimonios. 

Por ello, los ciudadanos no son meros receptores pasivos, sino sujetos que conocen y transforman esa realidad, haciendo posible el surgimiento de nuevas interpretaciones y usos patrimoniales.

Invito a los lectores a apropiarse de estos contenidos y a darles nuevos significados.

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