Colección del Museo del Limarí proviene del sitio arqueológico Estadio Fiscal de Ovalle, un importante asentamiento diaguita del período de la expansión incaica.
La cerámica ocupaba un lugar fundamental en la sociedad diaguita preincaica. Su organización social y cosmovisión se expresaron en las formas y decoraciones de sus vasijas. Por este motivo, durante la conquista en el siglo XV, los incas utilizaron la alfarería como soporte para transmitir las ideas vinculadas al imperio e incorporaron patrones decorativos que aludían a las divisiones opuestas y complementarias, fundamentales para la ordenación social del Tawantisuyo, como lo femenino y lo masculino, el cielo y la tierra, y lo alto y lo bajo.
Los nuevos diseños también incorporaron figuras antropomorfas con deformación craneana y bandas con hileras de rombos estandarizadas en los tradicionales platos, escudillas de paredes altas, jarros zapato, mini ollas y pucos, que antes eran decorados principalmente con motivos zoomorfos y de doble zigzag. De este modo, los patrones estéticos diaguitas se enriquecieron gracias a la coexistencia de los motivos locales e incaicos.
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