Publicado en 18 de enero de 2018

Fomento lector; bibliotecas hospitalarias; Bibliometro; Hospital San José; Hospital Psiquiátrico; Plan Nacional de Lectura

La historia comienza así. Por muchos años, la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos ha realizado intervenciones en los hospitales con diferentes acciones y proyectos: cajas viajeras, actividades de fomento lector, cuenta cuentos, lecturas a los pacientes y la instalación de puntos de préstamos en algunos de ellos. 

Sin embargo, estas iniciativas no eran parte, necesariamente, de la planificación y no siempre se sostenían en el tiempo. Surge así, desde Dibam, la visión de armar un programa más orgánico, que apunte a constituir una red de fomento lector en los hospitales.

“Cuando nace esta iniciativa, me di cuenta que no se sostendría sin la participación de expertos en puntos de préstamo, que en este caso es Bibliometro”, comenta Bruno Sepúlveda, coordinador de programas de capacitación en BiblioRedes y a quien le correspondió organizar este proyecto.

Y como una cosa lleva a la otra, rápidamente conversó con Ángela Salazar, coordinadora de Bibliometro y le propuso que los puntos de préstamos que se instalaran en los hospitales, se asociaran a esta red. “Con esta alianza, cualquier persona que se haga socio en el punto de préstamo del hospital, es socio de Bibliometro, incluso podría llevarse el libro y devolverlo en las estaciones del tren subterráneo”, señala Sepúlveda.

El Programa de Fomento Lector para Pacientes Vulnerables forma parte de las múltiples acciones que Dibam ha presentado dentro del Plan Nacional de Lectura. Para Ángela Salazar, este proyecto es una puerta de acceso a la recreación, aprendizaje y cultura, en un momento complejo y temporal para el paciente; ofreciendo una alternativa real de entretención y, por supuesto, de apoyo emocional a través de la lectura. 

Pero en qué consiste el programa de bibliotecas en los hospitales. “Básicamente, se instalan espacios de préstamos de libros, en formato físico, más un punto de wi-fi, que permita tanto a los pacientes como al personal conectarse a internet sin ningún problema. Todo bajo la lógica de Dibam, que es promover la lectura en múltiples formatos”, añade Bruno Sepúlveda. 

Además, el programa busca armar un cuerpo de voluntarios, asociados a esos puntos de préstamos, quienes sean los encargados de llevar los libros a las salas de los hospitales. “Es destacable el trabajo de las voluntarias, que promueven y trasladan el sistema de préstamos -literalmente- a la cama del paciente, a través de carros acondicionados exclusivamente para ello”, agrega la coordinadora de Bibliometro.

Democratizar los accesos al patrimonio forma parte de la misión de Dibam, por lo que abrir espacios a la cultura en lugares no convencionales resulta una de sus preocupaciones centrales. Y en este caso, se añade un trasfondo valórico adicional: la lectura sana, porque es terapéutica. Cuando estos dos elementos conviven: espacios no convencionales y la lectura como una herramienta sanadora, el objetivo se cumple plenamente.

Exitoso comienzo

La biblioteca del Hospital Psiquiátrico Dr. Philippe Pinel de Putaendo, en la región de Valparaíso, fue la primera experiencia de este programa y se inauguró en septiembre de 2016. Mientras que el viernes 23 de junio de este año, en el Hospital San José, ubicado en la comuna de Independencia, se inauguró el segundo BiblioHospital. 

La primera experiencia arrojó conclusiones significativas: probaron lo interesante que resultaba para los pacientes el contar con una biblioteca, pues con el paso de los días, recibían más y más solicitudes. “Se comenzaron, entonces, a realizar actividades de fomento lector y se generó una dinámica muy interesante en la vida de los pacientes”, asegura Sepúlveda. 

Cosa que corrobora el Dr. Jaime Retamal Garrido, director del Hospital Psiquiátrico, “son varios los aportes que hemos ido apreciando y muchos más los que iremos descubriendo, ya que este programa de bibliotecas en los hospitales ha sido una experiencia muy enriquecedora para nuestra comunidad. Cada día vamos aprendiendo cosas nuevas, nos ha permitido potenciar el fomento lector asociado a diversas temáticas, a los procesos de rehabilitación y también ha significado una herramienta de impacto positivo en el desarrollo de los procesos clínicos”.

En el Hospital de San José el trabajo se plantea un poco diferente, dadas las diferencias entre estos dos establecimientos y al número de pacientes que asisten.

Un año y medio se demoró la inauguración de este espacio, principalmente porque hubo que construir desde cero el punto de préstamo al interior del hospital. Sin embargo, esta demora, se tradujo en un aprendizaje importante para el equipo que coordina este programa, pues les permitió reflexionar sobre el flujo de personas a los que podrían impactar. 

El Hospital San José cuenta con alrededor de 600 camas, 3 mil funcionarios, más un promedio mensual de 18.000 pacientes en su Centro de Diagnóstico y Tratamiento (CDT). “Nos dimos cuenta que aquí había todo un mundo asociado que tampoco tiene acceso a la lectura, porque su trabajo no se lo permite. Y vimos otro nicho en los funcionarios. 

Después notamos que, asociados a los pacientes, hay familias, personas que acompañan y que también pueden tener acceso a los libros. En fin, todas estas observaciones nos ratificaron lo importante y valioso de ubicar una biblioteca en un hospital”, concluye Bruno Sepúlveda.

En la misma línea, Alberto Gil, coordinador nacional del programa BiblioRedes, cree que este punto de préstamo en el Hospital San José supone una oportunidad para fomentar la lectura y el esparcimiento; “es una instancia que aumenta la inclusión y permite mejorar la estancia de los enfermos y sus familiares dentro del recinto hospitalario".

Para el director del Hospital San José, Dr. José Miguel Puccio, existen grandes expectativas con la instalación del BiblioHospital, “está comprobado que la lectura mejora la calidad de vida, enriquece la capacidad de atención, mantiene e incrementa la memoria, mejora la capacidad de abstracción, aumenta la motivación y reduce el estrés. Por esto, la biblioteca será de gran beneficio, ya que la lectura, sin duda, es salud”.

Pero los desafíos no terminan aquí. Para el segundo semestre de este año, tienen proyectado comenzar las conversaciones con el Hospital de Melipilla, que atiende a una población muy grande. Además, van a establecer contacto con el Hospital de Los Ángeles, donde hay un punto de préstamo, que en algún momento Dibam potenció, pero que actualmente recibe muy poca asesoría, solo remesas de libros, y la idea es potenciar ese punto bajo la misma lógica de las experiencias de Santiago y Putaendo.

Fondo Patrimonial

Tanto BiblioRedes como Bibliometro se han coordinado para implementar el servicio ofrecido en el Hospital Psiquiátrico de Putaendo y en el Hospital San José. 

En ambos casos, existe un presupuesto que fue complementado con bienes reciclados, incluyendo las colecciones bibliográficas, originalmente adquiridas para los puntos de préstamos pertenecientes a Bibliometro. 

“Esto no significa que sean libros de segunda selección ni en malas condiciones, muy por el contrario, son libros absolutamente contemporáneos y en muy buenas condiciones físicas, que ya no forman parte de los puntos de préstamos, pues existe una política de retiro de libros que poseen muchas copias y que, por ser menos solicitados en el mesón, se incluyen a esta nueva apuesta de promoción y acercamiento a la lectura en espacios no convencionales”, puntualiza Ángela Salazar.

Sin embargo, al observar la respuesta recibida por parte de los usuarios en ambos hospitales, se ha solicitado un presupuesto adicional, administrado a través de un Fondo Patrimonial, para la mantención de los puntos ya instalados, más la posibilidad de incremento para al menos tres BiblioHospitales más. Donde se incluye mobiliario, personal, tecnología y, por supuesto, colección bibliográfica contemporánea y atractiva, pensando siempre en el usuario final.

Entrevista a Lissette

Lisette es paciente del Hospital Psiquiátrico de Putaendo y esta es su experiencia con la biblioteca.

- ¿Te gusta la biblioteca?
- Sí, porque puedo leer libros que me interesen, puedo ocupar los computadores.
- ¿Leías cuando eras niña?
- Sí.
- ¿Qué leías?
- Libros que me daban en el colegio para hacer pruebas compresivas.
- ¿Qué te han parecido los libros de la biblioteca? 
- Entretenido, interesante contenido. Me gustan más los libros de ciencia y de arte; he aprendido.
- ¿Cuál te ha gustado más? 
- “Juventud en éxtasis” porque es parecido a la historia que me paso a mí. 
- ¿Que pensabas de la biblioteca antes de conocerla?
- Me llamo la atención. No lo creía, hasta que vi que la hicieron. Yo pensaba entre mí: “no se para qué los pacientes necesitan una biblioteca”. No encontraba la razón. 
- Cuando viste la biblioteca ¿qué te pareció?
- ¡Bonita! Me encantó, no hay ruido, es tranquilita. Se siente mucha paz. Siempre preguntaba, ¿cuándo van a inaugurar la biblioteca? 

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