Publicado en 05 de marzo de 2018

Para la Biblioteca Nacional es muy importante dar a conocer no solo los fondos de autor y colecciones fotográficas y audiovisuales que resguarda, sino también los procesos que realiza para cumplir con el mandato de poner este conocimiento a disposición de la comunidad, con el fin de que esta se reconozca y pueda identificarse en la construcción de su memoria colectiva.

El trabajo del Archivo Fotográfico da cuenta de la ardua tarea de preservar nuestro patrimonio fotográfico para las generaciones futuras. 

Hoy, las colecciones del archivo se componen de cerca de cuatrocientas mil fotografías de diversos procesos y en diferentes formatos. Además, existe un acervo digital de alrededor de ciento diez mil imágenes digitales, resultado de los proyectos de reproducción de las colecciones en soporte análogo.

Los soportes fílmicos son muy frágiles y requieren tener equipos para su preservación, así como los hay para su proyección, ya que es un patrimonio muy valioso para el resguardo de la memoria.

En el año 2014, se integró el Archivo Audiovisual que, con un equipo de dos personas -Jeannette Garcés encargada de las colecciones de imagen en movimiento y Pamela Fuentes de las colecciones sonoras-, han creado una unidad que resguarda el patrimonio audiovisual en los diversos formatos que posee la institución. Asimismo, esta unidad técnica apoya transversalmente a otras unidades que poseen este tipo de registros. 

En sus tres años de funcionamiento, las colecciones han crecido exponencialmente, destacando la colección de cine casero y el archivo de la palabra, entre otros.

La colección de películas familiares contiene alrededor de 300 soportes; son cintas de film de formato pequeño: 8mm, súper 8mm, 9,5mm (Pathé Baby) y 16mm; cuyos contenidos fueron realizados por aficionados, con imágenes vernáculas de diversa naturaleza, desde celebraciones de cumpleaños, matrimonios y otros eventos sociales, hasta imágenes del Mundial de Fútbol de 1962 y un viaje a las islas Juan Fernández y Rapa Nui. 

La Unesco reconoció el valor de los soportes y contenidos audiovisuales en 1980, al instaurar el 27 de octubre como el Día Mundial del Patrimonio Audiovisual.

 Se han realizado interesantes actividades en torno a este patrimonio, como la realización del APEX Santiago 2016, actividad de intercambio organizada en conjunto con el Programa de Preservación de Imagen en Movimiento de la Universidad de Nueva York y Canal 3 La Victoria, donde tuvieron la posibilidad de recibir a un grupo de expertos para capacitar al equipo en conservación y digitalización de películas familiares. 

En esa ocasión, visitaron el Archivo Fotográfico dos expertos reconocidos internacionalmente: Jim Lindner y Howard Besser.

En 2016, también se llevó a cabo -por primera vez en la Biblioteca Nacional- el Día del Cine Casero (Home Movie Day), en el que se realizaron proyecciones de estos films con sus máquinas originales. 

Además, desarrollaron un seminario de cierre que contó con la presencia de la restauradora Carmen Brito, quien compartió sus experiencias de restauración de film en Chile.

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