Imagina que tu empleador en lugar de pagarte con dinero te pagara con fichas que solo puedes usar para comprar en la tienda del mismo empleador.
Esa era la realidad de los trabajadores de las oficinas salitreras de Humberstone y Santa Laura, ubicadas a 47 km de Iquique, en medio del desierto.
Escenario de un periodo esplendoroso y terrible en la historia de Chile, (1872-1960) Humberstone y Santa Laura fueron únicas en el mundo al extraer salitre natural a escala industrial Exportado a Europa, Estados Unidos y el mundo para la fabricación de explosivos y fertilizantes.
Las oficinas salitreras fueron verdadera mini-ciudades, contaban con escuelas, iglesias, gimnasios, hospitales y teatros
Hoy para algunos son un pueblo fantasma, para otros, patrimonio vivo de los pampinos.
Humberstone y Santa Laura dieron riqueza y prosperidad a Chile, y a la vez generaron extenuantes jornadas de trabajo, movilización obrera y cruentas represiones.
La competencia con el salitre sintético inventado en Alemania durante la Primera Guerra Mundial, finalmente provocó el cierre el cierre de Humberstone y Santa Laura en 1960.
En 2005 fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por Unesco.
El Consejo de Monumentos Nacionales de la Dibam vela por su protección para que Humberstone y Santa Laura sigan siendo parte del Patrimonio de Chile.