En 40° Reunión de su Comité de Patrimonio Mundial, organismo valoró progresos en el manejo del antiguo camino del inca.
El Qhapaq Ñan, también conocido como "camino del inca", es el sistema vial andino que abarcó más de 30 mil kilómetros en su época de máxima extensión en el siglo XVI, en los que incluye caminos principales y secundarios, y ambientes diversos y extremos, desde selvas impenetrables hasta el desierto más árido del mundo, incluida la abrupta geografía de la cordillera de Los Andes, con alturas de más de 4.000 metros.
Fue incorporado a la Lista de Patrimonio Mundial en 2014, durante la 38 Reunión del Comité de Patrimonio Mundial en Doha, Qatar y corresponde a una inscripción conjunta entre los seis países donde se extendió el Estado Inca:
La iniciativa surgió de una invitación del gobierno del Perú en 2001 para trabajar en la nominación como Sitio Patrimonio Mundial del camino del inca, obra de ingeniería prehispánica excepcional, que permitió conectar de forma eficiente y expedita los distintos territorios del Estado Inca.
Posteriormente se optó por denominarlo Qhapaq Ñan, que en quechua significa camino principal andino, con la finalidad de reconocer los importantes aportes de los distintos pueblos y culturas previos al Inca, que permitieron la construcción de este camino.
Desde esa fecha se ha trabajado de manera conjunta entre los seis países, para lograr esta declaratoria y avanzar en la conservación efectiva de este bien, en rescate de la esencia de la Convención de Patrimonio Mundial Cultural y Natural de la UNESCO (1972): la cooperación internacional para la conservación del patrimonio que tiene un valor universal excepcional.
El trabajo se ha realizado con la comunidad aledaña, que en su mayoría son pueblos originarios que han usado y mantenido el camino desde la colonia, ya que la declaratoria busca generar vías de desarrollo sustentable para ellas.
El Sitio Patrimonio Mundial corresponde a una muestra significativa de la ruta andina e incluye casi 700 km de vías, así como 273 sitios arqueológicos asociados. Chile aporta con un total de 112, 9 km de ellas y 138 sitios arqueológicos.
Destacan tramos empedrados en las regiones de Arica y Parinacota, vestigios de antiguos poblados en Antofagasta, y en la Tercera Región el sendero que cruza el desierto de Atacama, el más árido del mundo.
Durante la cita, se destacó el trabajo entre los seis países, pues se dijo que sirve de ejemplo para otros bienes seriados transnacionales.
Las amenazas de destrucción a causa de las guerras y el terrorismo son un hecho. Por eso, en la 40ª reunión anual del Comité del Patrimonio Mundial de Unesco, los países se comprometieron a cuidar sus monumentos, educando y promoviendo la paz.
La amenaza constante de las guerras y del terrorismo fue objeto de debate, en julio pasado, durante la 40ª reunión anual del Comité del Patrimonio Mundial de Unesco, celebrada en Estambul, Turquía.
"El Patrimonio Mundial encarna una idea revolucionaria", señaló Irina Bokova, directora general de Unesco, argumentando que cuando un sitio patrimonial es destruido, no solo sufre el país afectado, sino el mundo entero, aunque se trate de otra región o de una cultura diferente.
"Lo que está en juego aquí no es solo agregar nuevos sitios a una lista. Se trata también de reafirmar la importancia de los valores humanos y de los derechos humanos. Se trata de curar memorias heridas, de utilizar el patrimonio como herramienta para recobrar la confianza, restablecerse y mirar al futuro", enfatizó.
A juicio de Ángel Cabeza, quien asistió al Comité en su calidad de director de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam), el mensaje de la directora de Unesco apunta a buscar el diálogo y la paz, de la misma manera que, de haber destrucción o saqueo de patrimonio, se perseguirá legalmente a los responsables.
Aseguró que en la reunión número 39 celebrada en Bonn, Alemania, los países también dialogaron en torno a las destrucciones ocurridas en Irak y Siria.
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