Los más de 60 años de vida y servicio de las instalaciones del tradicional edificio del Museo Arqueológico de La Serena, reclamaban con urgencia una serie de reparaciones a su infraestructura, dañada por el paso del tiempo. 

Todo esto con el único fin de consolidar la continuidad del edificio, sumando además mejores estándares de seguridad y confort, de modo de cumplir con los objetivos que este tipo de construcciones hoy reclaman. 

Vale la destacar que este proyecto es de mejora de la infraestructura y no de restauración.

El proyecto comprende obras de reparación en techumbre, esto es, el cambio del envigado de maderas por vigas de metal; el cambio del piso de parqué de las salas por piso de porcelanato (que, en términos de textura, se acerca mucho a la piedra característica de la zona). 

También se reemplazará el sistema eléctrico por uno de mayor soporte energético, acorde a los nuevos requerimientos museográficos. 

Por otra parte, se abrirán vanos, a objeto que la circulación interna del recinto facilite un recorrido mucho más amable que el actual. 

Además, se reacondicionará, en espacio y ubicación, los sectores de recepción y baños públicos; se mejorarán los ductos de aireación y se replantearán los espacios de jardinería exterior e interior, con una nueva imagen de su acceso principal.

Las obras partieron el 21 de octubre de 2016 y se proyecta su término el 16 de octubre de este año. Se estima que la inversión total del proyecto ascendería a $ 920.627.151, de los cuales son con cargo a Dibam $ 349.680.000.

En palabras del director del museo, Ángel Durán, el proceso de mejoras que se está realizando significó “reacondicionar -en las dependencias del nuevo edificio que amplió el museo-, el montaje de una muestra museográfica que resumiera de manera sintética (dado los límites de espacio) la Prehistoria regional, ello con el propósito de continuar prestando el servicio de extensión a la comunidad nacional y visitante”

Paralelamente a esto, el museo debió cerrar por un mes la atención al público, “a fin de cubrir estos trabajos y a la vez preparar el edificio tradicional para su entrega a la empresa encargada de la ejecución del proyecto”, comentó el director.

Una vez terminadas las obras, se iniciará el proyecto de equipamiento y montaje museográfico; “esto implica casi triplicar el número de piezas de la arqueología regional que el museo exhibía antes de estos trabajos”, asegura Durán. 

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