Publicado en 31 de mayo de 2017

Un trozo pequeño de ladrillo cayó un día en las manos de Bernardo de Castro (46 años), casi como un regalo o una ofrenda. O una ofrenda. 

Siendo estudiante de bellas artes, participó, en una ocasión, de un acto vinculado a la operación Colombo y en dicha oportunidad, conoció a Laura Moya. 

Fue ella, la fundadora de la Casa Memoria José Domingo Cañas, centro de detención y de tortura durante la dictadura de Pinochet, quien puso en sus manos esta piedrecita. 

Un pedazo del lugar donde también estuvo su papá, llamado igual que él, militante del PS y del MIR, hoy detenido desaparecido.

“Mi piedra está adentro de una cajita de vidrio como si fuera la tumba de mi padre. Pienso en la gente que ha sido identificada por un diente. Por un hueso de un dedo. Cosas pequeñas. Esas piedrecitas deben haber tenido también su peso simbólico, onírico y conceptual”, confiesa Bernardo.

El pedazo de ladrillo que hoy es tumba, sirvió también de impulso para que Bernardo se acercara a la casa de José Domingo Cañas, en ese entonces ya demolida, y comenzara a participar en las velatones y a trabajar voluntariamente, labor que perdura hasta hoy.

“Acá murió mucha gente y por eso digo que vivo con mis muertos. Ellos fueron torturados, quemados, pero su alma y energía sigue fluyendo en la memoria de los familiares y de quienes los conocieron. Este es un lugar de conciencia, de paz, de meditación y de memoria”.

Retribuir a las víctimas

Chile está lleno de lugares cargados de dolor. De norte a sur todavía se convive cotidianamente con vestigios de la dictadura de Pinochet, a pesar de que muchos pasen todavía desapercibidos. 

Es otro tipo de mapa que no se publica en los atlas geográficos ni se enseña en los colegios. 

La Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura constató, en el Informe Valech, que hubo un total de 1.132 recintos usados como lugares de detención a lo largo del país, en tanto, el Consejo de Monumentos Nacionales ha protegido algunos de estos, declarando un total de 22 Sitios de Memoria, además de otros que actualmente están en tramitación. 

Recientemente se unió a esta lista el archivo de la Vicaría de la Solidaridad. De a poco comienzan, entonces, a visibilizarse cada uno de estos espacios.

Los accesorios personales que utilizaban quienes fueron detenidos también son resguardados en estos Sitios de Memoria.
Los accesorios personales que utilizaban quienes fueron detenidos también son resguardados en estos Sitios de Memoria.

“En la medida que uno va conociendo, se va dando cuenta de la magnitud de los hechos. Es muy impactante y angustiante darse cuenta de los alcances que esto tuvo, del daño provocado a tantas generaciones. Fueron tantos sitios, muchos de los cuales cambiaban de lugar”. 

“Por ejemplo, el conocido como La Discoteque o Venda sexy se ocupó solo ocho meses, porque fue tan brutal que al final se decidió cerrar el sitio”, explica Ana Paz Cárdenas, arquitecto, secretaria técnica del Consejo de Monumentos Nacionales.

El Sitio de Memoria, explica, es el lugar donde se efectuaron eventos de carácter represivo, sirvió como lugar de detención, de tortura u operó como cuartel de represión. 

Se les valora, exista o no el inmueble construido, como lo que ocurre con el ex cuartel Borgoño -todavía conserva una de sus casas- y la demolida casa de José Domingo Cañas.

Ahondando en esta definición, Ángel Cabeza, director de la Dibam, explica que son varios países los que usan este concepto para designar sitios donde se cometieron violaciones a los derechos humanos. 

En el caso de Chile, se utiliza esta nominación para lugares donde hubo detenciones, violaciones, torturas, asesinatos y otras atrocidades provocadas durante la dictadura militar, varios de los cuales han sido declarados como monumentos nacionales en la categoría de monumentos históricos como Villa Grimaldi, los Hornos de Lonquén, por mencionar algunos.

La mayoría de los sitios, comenta Ana Paz Cárdenas, eran de Santiago, pero, con el tiempo, se dieron cuenta que tenían que proteger también en regiones para visibilizar que la represión fue a lo largo de todo el país. 

La idea es, por lo tanto, proteger al menos un sitio de memoria por cada región, incluso en zonas rurales. 

Para Miguel Lawner, arquitecto, docente, director ejecutivo de la Corporación de Mejoramiento Urbano, durante el gobierno de Allende, y actual miembro del Consejo Nacional de Desarrollo, los Sitios de Memoria son una necesidad para los chilenos. 

En su calidad de ex preso político y como arquitecto responsable del expediente que permitió declarar a Isla Dawson como Sitio de Memoria, advierte que estos espacios son la mejor contribución que podemos hacer para preservar el respeto y vigencia de los derechos humanos en nuestro país.

“Todavía hay gente que se resiste a reconocer los hechos y, bueno, hay que vencer estas reticencias. Por otro lado, no hay descendiente de víctimas de atropellos que no considere necesario dejar testimonio de lo que ahí ocurrió para que nunca más se olvide. 

En consecuencia, el propósito de designar como Sitio de Memoria es un mínimo de retribución a los familiares y a las víctimas”.

Participación ciudadana

Teresa Monardes, 56 años, profesora; tenía 19 años cuando fue detenida, a mitad de la noche, en la casa de su pololo. 

Todavía recuerda los pasos subiendo fuerte por las escaleras hasta que llegaron al lugar donde dormía. 

Estudiante de filosofía en Antofagasta y militante de las Juventudes Comunistas, permaneció cinco días con los ojos vendados en un centro de detención que no fue capaz de reconocer, sino hasta hace muy poco. 

Asegura que el recurso de amparo interpuesto ante la Vicaría de la Solidaridad sirvió para que la soltaran en compañía de otros compañeros.

“Después de los cinco días, no sé si era la mañana o tarde, porque estábamos vendados, nos llevaron a un lugar, nos tomaron fotos, nos vio un médico, firmamos un papel y nos dijeron que iríamos a la cárcel. Estábamos felices de irnos allá. Nos subieron a una camioneta hasta que se detuvo. Nos hicieron ponernos de espaldas al vehículo y ordenaron que no nos moviéramos. Ahí pensé que nos iban a matar”, relata.

Recuerda también una línea de tren y más arriba, un cementerio. 

El escenario solo terminó de completarlo cuando declaró ante la Comisión Valech, en 2003. 

La persona que escuchó su testimonio se dio cuenta que había estado en el pensionado de la Divina Providencia

Teresa había cambiado de carrera, abandonado su militancia política, pero, a pesar del dolor, se acercó a este recinto y empezó a integrar la Agrupación por la Memoria Histórica Providencia de Antofagasta, con el fin de lograr que el CMN lo declarara como Sitio de Memoria. 

Al igual que lo que ha ocurrido con muchos de estos lugares, la participación ciudadana fue fundamental a la hora de visibilizar el horror en la mitad de Antofagasta.

“Esto es un espacio simbólico en el sentido de que representa un lugar donde ocurrieron hechos muy dolorosos en contra de personas. Me di cuenta que estar en la agrupación era una forma de reparación, pero también una oportunidad para que, sin morbosidad, se le indique al resto que ahí ocurrieron hechos que no pueden volver a suceder. Para mí, es un gesto de humanidad”.

A Rodrigo Suárez, sociólogo, integrante también de esta agrupación, le llama la atención el profundo desconocimiento. 

Las primeras velatones, explica, se hacían frente a la iglesia y no en el pensionado, porque nadie sabía. Recién en 2003, se pudo contar más, develar sitios, formas de tortura, pero, aun así, asegura, es débil. 

“Hay muchas cosas que no se ven. ¿Qué pasó con las familias después? ¿Cómo volver a trabajar luego de haber estado en prisión política? Hay muchas cosas de las que aún no se habla. Los Sitios son fundamentales, porque han agrupado a la sociedad y al barrio, como un vínculo”, puntualiza.

La Casa de la Memoria se ubica en Av. José Domingo Cañas, en la comuna de Ñuñoa.
La Casa de la Memoria se ubica en Av. José Domingo Cañas, en la comuna de Ñuñoa.

Un vínculo del que también habla Ana Paz Cárdenas. Tanto ella como Rodrigo y Teresa coinciden en señalar que la demanda ciudadana ha sido fundamental a la hora de buscar visibilizar estos espacios por las calles de Chile.

Al conocerse estos sitios, explica la arquitecta, se logra dar sentido a la vida que uno llevaba. 

Parte de la base que la gente tenía miedo de descubrir que al lado de su casa estaban torturando. Hoy en día, por lo tanto, al declarar estos sitios, se empiezan a abrir los ojos de la gente. 

Aunque sea doloroso para las familias involucradas, agrega, sirve para que las nuevas generaciones empiecen a entender y a sensibilizarse con las historias de otros.

No es casual que algunas agrupaciones vinculadas a Sitios de Memoria trabajen con los vecinos. 

En la Casa Memoria José Domingo Cañas, tienen un proyecto donde esperan invitar a las familias cercanas para regalar plantas, en tanto que en la agrupación de Antofagasta trabajan permanentemente con niños y con grupos de inmigrantes. 

Ha sido un espacio de expresión de las memorias en el espacio público, aclara Rodrigo Suárez, una herramienta de trabajo para que los niños sepan lo que son los derechos humanos.

Para Teresa Monardes, esto tiene que ver con hablar con la verdad: “Hay una historia reciente que todavía está con muchas heridas que sangran y me parece que una forma de cicatrizarlas es enfrentarlas. Para mí, eso tiene que ver con revelar y develar y si el Estado no lo hace, bueno, está la ciudadanía”.

Que no se borre la historia

“Cuando paso por Londres 38, me llama la atención la cantidad de extranjeros que entran y se emocionan, se acongojan, mientras el resto de los chilenos sigue pasando por la calle sin siquiera mirar. Y cuando paso frente a una librería pienso que ahí debería haber libros sobre derechos humanos”, reflexiona Bernardo de Castro.

Chile está lleno de espacios cargados de dolor y, sin embargo, muchos siguen siendo invisibles. 

Todavía hay mucha información que no se revela. De ahí la importancia de visibilizar este otro mapa. Se avanza de a poco. 

La Agrupación por la Memoria Histórica Providencia de Antofagasta tiene como proyecto lograr poner una placa a la entrada del Sitio de Memoria, aunque en rigor, el espacio todavía esté usado por Carabineros. 

Sucede que los Sitios de Memoria protegen la instalación y solo ciertos espacios del inmueble, pero no su uso.

Para Miguel Lawner, por su lado, es inconcebible que Isla Dawson no permita visitas argumentando que es territorio de ejercicios militares. 

“Es una manera de meter la mugre por debajo de la alfombra. Una forma de tratar de ocultar y de decir que acá no pasó nada. Esto es imborrable en la historia de Chile. Fue un acto de una barbarie inconcebible y no podemos permitir que se repita de nuevo”, enfatiza.

Isla Dawson, aclara, se transformó a nivel mundial en el icono de la represión en los años posteriores al golpe militar. 

Ahí fueron confinados un grupo de funcionarios del gobierno del presidente Allende y un número importante de presos políticos de la Región de Magallanes. 

“Inmediatamente después del golpe, se tuvo conocimiento de esto y se transformó en un verdadero grito que objetivamente, a estas alturas, admito que nos salvó la vida. Este grito, alarido mundial que se alzó en defensa nuestra, fue una verdadera coraza que le ató las manos a la dictadura. De tal manera que Isla Dawson, como Sitio de Memoria, es fundamental para la historia de este país”. 

En Villa Grimaldi un bosque de abedules representa las víctimas que pasaron por el centro de detención.
En Villa Grimaldi un bosque de abedules representa las víctimas que pasaron por el centro de detención.

El uso de estos Sitos de Memoria es complejo, argumenta Ana Paz Cárdenas. 

Asegura que el hecho de que sean Monumento Nacional garantiza que no se pueden destruir; sin embargo, no se puede presionar para que se dejen de usar, pues es algo que depende del propietario. 

Explica que hay distintos criterios, pues existen lugares donde hay rastros que no podrían ser tocados, pero hay otros donde se pueden abrir a las comunidades y dar capacitaciones sobre temas de derechos humanos. 

En 1996 se declaró el primer Sitio de Memoria para los Hornos de Lonquén

“Sitio emblemático para los derechos humanos”, añade Ángel Cabeza, pues ahí se ocultaron los cuerpos de campesinos asesinados por carabineros y el hecho fue descubierto durante la dictadura militar. 

“Provocó gran conmoción y un juicio que demostró sin duda que muchos de los desaparecidos habían sido asesinados. La declaración de Monumento Histórico fue solicitada por las agrupaciones de derechos humanos, ya que en ese predio se quería instalar un vertedero o basural y la protección patrimonial fue el instrumento legal para impedirlo”, recuerda.

Fachada de la ex Casa Presidencial de Tomás Moro donde residió Salvador Allende.
Fachada de la ex Casa Presidencial de Tomás Moro donde residió Salvador Allende.

Estos sitios de memoria, añade Cabeza, por lo tanto, son reconocimiento hacia las familias y las personas que fueron asesinadas, pero también buscan disuadir a aquellos que a través de la violencia quieren imponer su visión política. “Estos lugares protegidos legalmente constituyen hitos para evitar el olvido de tales atrocidades”.

Hasta 2014, iban declarados 12 sitios y, entre 2015 y 2016, el CMN duplicó esa cifra. 

Es, en palabras de Ana Paz Cárdenas, una humilde contribución para las organizaciones que trabajan con los derechos humanos, para que no se olvide lo ocurrido. “Que no se borre la historia”, recalca.

Muros y ruidos

Los Sitios de Memoria deben resguardar los valores y atributos reconocidos por quienes estuvieron en el lugar. 

A pesar de las vendas usadas por quienes estuvieron en estos centros de detención y tortura, algunos lograban divisar pisos y baldosas, o reconocían que se agachaban al entrar a ciertas piezas. 

Hay una espacialidad relevante, como muros, olores, ruidos; atributos que se deben mantener, explica Ana Paz Cárdenas.

El Consejo de Monumentos Nacionales, explica, trabaja en conjunto con las comunidades y personas involucradas, además de recabar antecedentes extraídos del Informe Valech, del archivo de la Vicaría de la Solidaridad y del Fasic. 

Reconstruyen la historia y a partir de esa investigación, generan un expediente tendiente a declarar a estos espacios como Sitios de Memorias. 

En base al análisis del expediente, el CMN determina si tiene la posibilidad de ser declarado Monumento Nacional en categoría de Monumento Histórico. 


Sitios de Memoria y Archivos, declarados Monumento Histórico por el Consejo de Monumentos Nacionales

Región de Tarapacá

  • Recintos en Pisagua

Región de Antofagasta

  • Divina Providencia

Región de Coquimbo

  • Ex Centro de Detención Casa del Buen Pastor

Región de Valparaíso

  • Balneario Popular Rocas de Santo Domingo

Región Metropolitana

  • Estadio Nacional
  • Estadio Víctor Jara (Ex Estadio Chile).
  • Nido 20.
  • José Domingo Cañas 1367 
  • Parque por la Paz Villa Grimaldi. 
  • Londres 38.
  • Ex Clínica Santa Lucía.
  • Hornos de Lonquén. 
  • Recinto de Detención Tres y Cuatro Álamos. 
  • Patio 29
  • Casa de André Jarlán y Pierre Dubois
  • Sitio donde fueron encontrados los cuerpos de Víctor Jara, Littre Quiroga y otras tres personas
  • Ex Casa Presidencial Tomás Moro
  • Venda Sexy o La Discoteque
  • Archivo Colonia Dignidad
  • Edificio de la Vicaría de la Solidaridad

Región del Maule

  • Colonia Dignidad

Región de Magallanes y de la Antártica Chilena

  • Campo de Prisioneros Isla Dawson 
  • Casa de los Derechos Humanos  

En tramitación en espera de decreto

  • Cuartel Borgoño
  • Centro de Detención Fuerte Morro de Talcahuano
  • Archivo Vicaría Solidaridad
  • Casa Memoria Valdivia
  • Campo prisioneros Chacabuco
Estadio Víctor Jara

Estadio Víctor Jara

Estadio Víctor Jara

Estadio Víctor Jara

Estadio Víctor Jara

Estadio Víctor Jara

Estadio Víctor Jara

Estadio Víctor Jara

Ex Casa Presidencial de Tomás Moro

Ex Casa Presidencial de Tomás Moro

José Domingo Cañas 1367

José Domingo Cañas 1367

José Domingo Cañas 1367

José Domingo Cañas 1367

José Domingo Cañas 1367

José Domingo Cañas 1367

José Domingo Cañas 1367

José Domingo Cañas 1367

Villa Grimaldi

Villa Grimaldi

Villa Grimaldi

Villa Grimaldi

Villa Grimaldi

Villa Grimaldi

Villa Grimaldi

Villa Grimaldi

Villa Grimaldi

Villa Grimaldi

Villa Grimaldi

Villa Grimaldi

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