Publicado en 22 de enero de 2018

Violeta Parra; aniversario; 100 años;

Violeta Parra está de aniversario, se cumplen cien años de su nacimiento y en nuestro país, así como en otras latitudes, lo han celebrado en grande; se han organizado conciertos a lo largo del país, pero también en Buenos Aires y Lima; además de espectáculos de danza y teatro, y muestras de telares y arpilleras, entre otros. 

Homenajes que no hacen más que acrecentar el legado de esta artista, compositora, poeta, recopiladora del folclor chileno, arpillerista y cantora. Su música suena fuerte por estos días, pues son las nuevas generaciones de cantautores, como Manuel García, Pascuala Ilabaca, Nano Stern y Camila Moreno, quienes han rendido homenaje a la Violeta de los 100 años. Una fuerza creativa como pocas, que inspira más allá de sus canciones.

“Violeta: después de vivir un siglo”

El 4 de octubre de 1917 nació Violeta del Carmen, en San Carlos, cerca de Chillán. De pequeña vivió en el sur de Chile, tocando la guitarra y cantando con sus hermanos Roberto, Hilda y Eduardo. Los Parra, ya de jóvenes, interpretaban boleros y rancheras por los bares del barrio Mapocho. 

En 1938, Violeta se casa, nace primero una hija, llamada Isabel, luego viene Ángel, pero con el tiempo se separa de su esposo. Sigue dedicada al canto, en compañía de su hermana Hilda, nace una tercera hija, llamada Carmen Luisa. 

Años más tarde, Violeta trabaja en los circos, sigue cantando e incorpora a sus hijos en las giras por el país. Nace una cuarta hija, llamada Rosita Clara. Es el tiempo en el que empieza a recopilar y a estudiar el folclor de Chile. 

Violeta viaja recogiendo versos y ritmos, además de componer sus primeras canciones. 1954 es el año de su viaje a Europa, de sus presentaciones en París y de la muerte de su hija Rosita Clara. Se queda dos años viviendo en Francia. 

Luego, vuelve a Chile y empieza a investigar el folclor de Concepción; las cuecas. En 1958 se vuelca al arte y empieza a trabajar la cerámica y las arpilleras. Escribe las Décimas autobiográficas, da recitales en Santiago y cuenta historias bordadas en las telas. Historias que se siguen contando.

“Violeta: después de vivir un siglo” se llama la exposición de arpilleras que el colectivo Memorarte presentarán en el museo Le Rocher de Palmer, de Burdeos. Un homenaje, dice Alejandra Campos, educadora de párvulos y presidenta de esta agrupación. 

También estarán en Atenas exhibiendo obras bajo el título de “Presente, Violeta”. Usando la misma técnica de lanigrafía, dedican este año parte de bordados a la figura que, sin duda, las inspiró.

Este año, comenta Alejandra, se conmemoran los 100 años de su natalicio y hoy más que nunca Violeta está en la retina de las nuevas generaciones, de todas las chilenas y chilenos.  

“Violeta Parra es un referente poético, musical y visual. Su fuerza creativa tiene un lenguaje político que inspira a crear, para incidir, por lo tanto, no solo es un goce estético”, advierte.

Saben de esto en Memorarte, colectivo nacido en la población La Victoria, que lleva cinco años de existencia y que agrupa a un total de 10 mujeres de distintos sectores de Santiago y de distintas profesiones, como educadoras, actrices, bailarinas, diseñadoras y microempresarias. 

Al igual que lo que hizo una vez Violeta, estas artistas buscan promover el oficio textil, elaborando arpilleras centradas en el rescate de la memoria, la defensa de los derechos humanos y poner en valor el rol de la mujer. 

Violeta Parra es, sin duda, un referente. No es casual, comenta Alejandra, que en los diversos talleres que han realizado, siempre observan que las niñas, niños y jóvenes quieran conocer más a esta artista de los cien años, a través de distintas actividades, de modo de comprender mejor su obra, tanto musical como visual.

“Hemos hecho una revisión profunda de su poesía y muchas de sus letras siguen aún vigentes y golpeando con fuerza la conciencia de quien escucha. Su palabra nos moviliza, nos obliga a avanzar, a usar las arpilleras como un instrumento de denuncia, como un dedo que apunta al que abruma, al que atropella, al despiadado que abusa de los más sencillos”, admite Alejandra Campos.

Admiración

En 1965, Violeta viajaba por el mundo; en Francia se publicó su libro Poésie populaires des Andes, en tanto que, en Suiza, se filmó el documental Violeta Parra, bordadora chilena. En su país, canta en la peña de Los Parra, junto con sus hijos, y saca un disco con su hija Isabel. 

Instala, además, su propio centro cultural llamado La Carpa de La Reina, nombre que sirve también para bautizar un LP, editado por Emi-Odeón. Es en esa misma carpa, se quita la vida, el 5 de febrero de 1967. Algunos problemas económicos y el desamor suelen ser mencionados como probables causantes de una depresión que habría ocasionado su muerte. 

Tres años más tarde, se editan las Décimas autobiográficas y, en 1997, el Museo de Artes Decorativas del Louvre vuelve a exponer su obra. Violeta Parra es hoy admirada por sus versos, por sus canciones que son parte del inconsciente colectivo de chilenos y extranjeros, pero también por su discurso social y político. 

Violeta Parra; aniversario; 100 años;
Violeta Parra; aniversario; 100 años;

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