Publicado en 05 de marzo de 2018

En palabras del director nacional de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam) la creación del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio es una oportunidad, ya que la actual institución se transforma en un servicio de carácter nacional, con una estructura presente en todas las regiones del país y donde sus cuatro áreas de trabajo (bibliotecas, archivos, museos y monumentos) van a tener una organización diversificada a lo largo de todo el territorio y, al mismo tiempo la posibilidad -como servicio- de poder aglutinar todas las funciones asociadas al patrimonio que hoy están dispersas, tanto en el Consejo de la Cultura como en Dibam.

Será un ente institucional nuevo, pero que rescata lo mejor de su pasado y que permitirá el surgimiento de nuevas funcionalidades; por ejemplo, el Servicio Nacional del Patrimonio va a poder administrar un fondo nacional con el que podrá potenciar áreas en las que se había trabajado de manera más bien incipiente, como el patrimonio inmaterial. 

Recibirán, además, una nueva institución bajo su línea de trabajo: la Cineteca Nacional; con ella ampliarán su área de acción, al mismo tiempo se alcanzará una mirada más integral con las otras áreas del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.

“Vemos esto como una gran oportunidad. Va a haber, quizá, una primera etapa compleja, porque habrá que adecuarse, pero hay que verlo con mucho entusiasmo y tranquilidad. Es una circunstancia muy positiva para Chile, ya que vamos a tener políticas públicas más coherentes en la gestión de la protección, difusión y educación sobre el patrimonio”, reflexiona Ángel Cabeza.

- ¿Cómo se va a dar la integración de Dibam a la nueva institucionalidad del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, en particular, al transformarse en el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural?

- En la ley están establecidos los procesos. Y, lo primero, es trabajar en los reglamentos y los decretos con fuerza de ley. Está pensado un traspaso lo más rápido posible, pero ordenado y de acuerdo a los procesos administrativos que exige la propia ley, la Contraloría General de la República y el sentido común; por lo tanto, vamos a hacer esto rápido, pero bien. 

No hay que tener ningún temor, porque están garantizadas todas aquellas dudas que, racionalmente, puede tener cualquier persona sobre su continuidad. Aquí habrá un traspaso de Dibam a una nueva figura jurídica que se llama Servicio Nacional del Patrimonio, pero este traspaso se hará con toda la gente que trabaja en la institución; incluso más, la ley contempla la contratación de alrededor de 330 cargos nuevos, para crear las estructuras regionales. 

Así, cada región va a tener un director o directora regional del patrimonio, con una vinculación a los subsistemas de biblioteca, archivos, museos y monumentos en coordinación con las demás unidades del servicio y del ministerio.

- ¿Cómo define este cambio?

- Es un cambio cultural, de mentalidad y administrativo. Dibam, como institución, ha sido muy centralizada, por lo que vamos a tener que aprender a participar de manera muy activa en este proceso de descentralizar, de desconcentrar y de comprender que cada región va a tener tiempos distintos para ir construyendo su propia estructura. 

Aunque la ley lo construye de una sola vez, en la práctica, la puesta en funcionamiento va a depender de las características regionales y también las que vaya normando el propio presupuesto de la nación. Es un cambio estructural.

- ¿Cómo funcionará el Consejo de las Culturas, las Artes y el Patrimonio ahora con más integrantes?

- El Consejo que actualmente existe se potencia y se ordena más todavía; además, se incorpora el tema patrimonial, no solo va a ser sobre las artes, sino que también sobre las culturas y el patrimonio. 

Este será un ente que asesorará al Ministerio y al Ministro (a) -en particular- y va a ser un elemento fundamental en la elaboración y consolidación de las políticas que se elaboren dentro del Ministerio y en vinculación con toda la sociedad.

- ¿Cuáles serán los grandes desafíos que están por venir?

- El primer desafío es la instalación del Ministerio y el traspaso de Dibam a esta nueva entidad jurídica. Después viene la fase de cómo se van a ir estructurando estas políticas culturales en el área del patrimonio, con la especificidad propia de cada región del país. Y a eso hay que darle otro ritmo, no va a ser tarea de un año, ni de dos o tres, va a ser una tarea permanente. 

Pero en la práctica, el principal desafío es de la cultura organizacional que tenemos nosotros, que es una cultura altamente centralista, muy unida al director nacional. Entonces, el desafío consistirá en acomodarse a esta nueva figura, a que nuestros directores de museos regionales y directores de bibliotecas, acostumbrados a vincularse directamente con los subdirectores nacionales, ahora se relacionen en primer término de un modo más horizontal con el resto de las instituciones regionales. 

Esto va a implicar que las propias regiones, los propios funcionarios y los nuevos que van a llegar, tengan que acomodarse a un nuevo estilo de cultura institucional. Todos estos cambios nunca son rápidos, se tiene que ir midiendo, hay que ir viéndolos y acompañando el proceso, identificando los temas más complejos o problemáticos. 

Hay que recordar que esta es una nueva forma de pensar el presupuesto, que va a tener que ser procesado y estructurado de manera regional. Esto no es nuevo para el Estado de Chile, la mayor parte de sus servicios públicos son descentralizados, pero nosotros no estamos acostumbrados a esto, por lo que será -también- un desafío de carácter burocrático, administrativo y financiero. 

Pero la señal es positiva, todos tienen que estar tranquilos sin generar ansiedad, hay que ser prudente y dejar que esto se vaya instalando.

La comunicación es fundamental y esto adquiere más relevancia en los tiempos de cambio. Aunque, en un mundo tan sobre informatizado, pareciera que la comunicación es un campo más fértil para los rumores que para la información concreta. Por eso, es importante que la gente sea prudente y que se informe bien.

- ¿Cómo lo va a percibir el usuario, los chilenos y chilenas que visitan las instituciones Dibam?

- Creamos esta nueva institucionalidad para servir mejor a la gente y cuidar mejor el patrimonio. Esa es la razón principal. Queremos que todo el material que custodiamos sirva al progreso, a la educación y al desarrollo de hoy y mañana, y que esté disponible para todos. 

Esa es la misión de la Dibam y del Servicio Nacional del Patrimonio. Donde esto va a ser más notorio es en regiones, porque va a haber una visión más unitaria, más coordinada de todas las áreas de la cultura, entre ellas el patrimonio. 

Por lo que yo creo que una vez que se instale el servicio en regiones se va a notar más. Vamos a tener que darles tiempo a las regiones para que se acomoden y ver los resultados en la práctica. Pero todo esto se hace para mejor, para dar un paso hacia delante. 

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